Estas obras son las que nos identifican inequívocamente como humanos. Las fascinantes Siete Maravillas del mundo Antiguo han sido magníficos monumentos de la antigüedad que sobrevivieron más allá de su propia ruina. Después de más de 2000 años llegan a nosotros a través de la historia y la leyenda, perdidas para siempre a excepción de la Gran Pirámide de Egipto.
Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo
¿Qué son?
Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo son un conjunto de obras arquitectónicas grandilocuentes y significativas que formaron parte de la antigüedad y se transformaron en páginas obligadas de nuestra historia. Eran un conjunto de obras arquitectónicas que los helenos, especialmente los del Período helenístico, consideraban dignas de ser visitadas, por ser para ellos insignes monumentos de la creación y el ingenio humano.
Sólo una, la Gran Pirámide, permanece en pie pese a las intenciones presentes y pasadas de reconstruir algunas de ellas. Fueron escogidas por ser las siete obras más perfectas del Mundo, tanto arquitectónicas como escultóricas. No se sabe exactamente quién las eligió, pues algunas fuentes señalan a un ingeniero alejandrino,Filón de Bizancio, en el Siglo III a.n.e, y otras fuentes, quizás más fiables, señalan a Antipater de Sidón, en el Siglo II a.n.e. De ellas, en la actualidad, sólo se conservan las pirámides de Gizeh en Egipto, mientras que de las maravillas "menos conocidas" (la estatua de Zeus, El templo de Artemisa en Éfeso, etc.) sólo tenemos leyendas y tímidas referencias históricas
El hecho de que cinco de las siete maravillas pertenezcan al mundo helenístico indica claramente el carácter helenocéntrico de la lista, y sus fechas de construcción y destrucción también indican que el concepto de las "Siete Maravillas" debió acuñarse a mediados del siglo III a. C.
La lista de las Siete Maravillas del Mundo se creó alrededor del segundo siglo antes de Cristo. Los monumentos clasificados como Maravillas del Mundo Antiguo, en buena parte radica en que esas grandes obras fueron construidas con tecnologías muy primitivas. En algún caso, como en el de las pirámides, esta dificultad para comprender los métodos constructivos empleados por los ingenieros de épocas tan remotas, han hecho aparecer extravagantes teorías sobre su origen, lo que les ha dotado de un halo de misterio.
Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo son un conjunto de obras arquitectónicas grandilocuentes y significativas que formaron parte de la antigüedad y se transformaron en páginas obligadas de nuestra historia. Eran un conjunto de obras arquitectónicas que los helenos, especialmente los del Período helenístico, consideraban dignas de ser visitadas, por ser para ellos insignes monumentos de la creación y el ingenio humano.
Sólo una, la Gran Pirámide, permanece en pie pese a las intenciones presentes y pasadas de reconstruir algunas de ellas. Fueron escogidas por ser las siete obras más perfectas del Mundo, tanto arquitectónicas como escultóricas. No se sabe exactamente quién las eligió, pues algunas fuentes señalan a un ingeniero alejandrino,Filón de Bizancio, en el Siglo III a.n.e, y otras fuentes, quizás más fiables, señalan a Antipater de Sidón, en el Siglo II a.n.e. De ellas, en la actualidad, sólo se conservan las pirámides de Gizeh en Egipto, mientras que de las maravillas "menos conocidas" (la estatua de Zeus, El templo de Artemisa en Éfeso, etc.) sólo tenemos leyendas y tímidas referencias históricas
El hecho de que cinco de las siete maravillas pertenezcan al mundo helenístico indica claramente el carácter helenocéntrico de la lista, y sus fechas de construcción y destrucción también indican que el concepto de las "Siete Maravillas" debió acuñarse a mediados del siglo III a. C.
La lista de las Siete Maravillas del Mundo se creó alrededor del segundo siglo antes de Cristo. Los monumentos clasificados como Maravillas del Mundo Antiguo, en buena parte radica en que esas grandes obras fueron construidas con tecnologías muy primitivas. En algún caso, como en el de las pirámides, esta dificultad para comprender los métodos constructivos empleados por los ingenieros de épocas tan remotas, han hecho aparecer extravagantes teorías sobre su origen, lo que les ha dotado de un halo de misterio.
Origen de la lista
La lista clásica se basa en un breve poema de Antípatro de Sidón hacia (125 a. C.) o Antípatro de Tesalónica (entre 20 a. C. y 20 d. C.) en el que el poeta alaba las Siete Maravillas del Mundo. Esta lista originalmente mencionaba la Puerta de Istar en las murallas de Babilonia en vez del faro de Alejandría. Relatos posteriores efectúan dicho reemplazo.
Sin embargo, se conservan referencias de otras listas anteriores realizadas por el historiador Heródoto, o el ingeniero Filón de Bizancio, aunque sus escritos no han perdurado, excepto como referencias.
Todas son construcciones humanas y que los griegos pudieran admirar.
Sin embargo, se conservan referencias de otras listas anteriores realizadas por el historiador Heródoto, o el ingeniero Filón de Bizancio, aunque sus escritos no han perdurado, excepto como referencias.
Todas son construcciones humanas y que los griegos pudieran admirar.
"He posado mis ojos sobre la muralla de la dulce Babilonia, que es una calzada para carruajes,
y sobre la Estatua de Zeus a orillas del Alfeo,
y contemplé los Jardines Colgantes, y el Coloso de Helios,
y la inmensa obra de las elevadas Pirámides,
y la vasta tumba de Mausolo;
pero cuando divisé el Templo de Artemisa, allí encaramado en las nubes,
esas otras maravillas perdieron su brillo, y dije: ''aparte de en el Olimpo,
el Sol nunca pareció jamás tan grande"
ANTÍPATRO DE SIDÓN